Día de las Madres

09 de mayo  de 2014

BP. No. 1405/16

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Mañana, 10 de mayo, se conmemora el día de las madres en nuestro país. Es un día históricamente centrado en la valoración de las madres tanto en la familia, como en la sociedad.

Sin embargo, en el marco de la violencia e inseguridad en que vivimos, todas ellas viven en una constante angustia e incertidumbre sobre el bienestar y el futuro de sus hijos e hijas.

La violencia social y estructural creciente afecta de manera significativa la tranquilidad de todas las madres de familia. La angustia constante en que viven por no saber si sus hijos e hijas al salir a la calle a realizar sus actividades cotidianas regresaran a casa a salvo se relaciona con las ejecuciones, desapariciones, secuestros, extorsiones, detenciones arbitrarias, abusos de autoridad, delincuencia organizada y común y la impunidad constante, delitos de los que muchas madres ya son víctimas.

Una madre que tiene a su hija o hijo desaparecido, vive en una constante agonía al no saber sobre el paradero y la suerte de su familiar, si estará comiendo, si estará padeciendo hambre, frío, golpes, incluso si se encuentra con vida. De igual manera, las madres que tiene a sus hijas o hijos recluidos en algún centro penitenciario se enfrentan al dolor constante de no saber si sus familiares están bien, si están siendo maltratados o golpeados por otros internos e incluso por los propios custodios. Ellas  se endeudan para cubrir las cuotas que les piden para poder ver a sus hijos e hijas, o para evitar que sean constantemente acosados y golpeados.

Y no solamente las madres sufren por sus hijos e hijas, igualmente éstos sufren por sus madres, pues también hay mujeres madres de familia que se encuentran recluidas en centros penitenciarios, madres desaparecidas que dejaron a sus familias a la deriva y que sufren constante y permanentemente por no saber nada de ellas, y muchas otras madres que han muerto en esta cruda y sangrienta guerra contra el narcotráfico dejando huérfanos a miles de niños y niñas, en la total indefensión y desprotección, sin contar también con los miles y miles de padres que han sido asesinados y que dejaron a sus esposas y madres de sus hijos e hijas a cargo de la familia y que estas tienen que dejarlos solos para salir a trabajar.

Hoy en día, las madres se ven de alguna u otra forma afectadas por toda esta violencia social y estructural en la que vivimos.  A lo anterior se suman las denuncias por violencia familiar, las cuales van en aumento en los últimos años, violencia que afecta de manera significativa, en su mayoría, a las mujeres y menores de edad, causándoles daños físicos, emocionales y psicológicos con los que tendrán que lidiar toda su vida. La violencia y la discriminación laboral también tiene graves consecuencias en la vida de las madres, incluso por ese hecho natural de la maternidad las mujeres son discriminadas o despedidas. La constante violencia social y de estado afecta en mayor medida a las mujeres, quienes por cuestiones de género están en mayor vulnerabilidad.

Inclusive las muertes violentas de mujeres se han incrementado, principalmente los homicidios y feminicidios. Según datos del INEGI, en 2007 del total de muertes violentas registradas en México el porcentaje de muertes por homicidios de mujeres fue de 9.6%, para 2010 está cifra aumentó a 18.9%, es decir, de 2007 a 2010 hubo un incremento de 96.8% de muertes de mujeres por homicidios con respecto al total de muertes violentas registradas en el país. Para 2012 este porcentaje aumentó aún más, siendo de 20.6% de muertes de mujeres por homicidio con respecto al total de muertes violentas que se presentaron en el México (en este año el porcentaje aumentó 114.5% con respecto al 2007).

Para el caso de Nuevo León estás cifras son mucho más desoladoras. En 2007 el porcentaje de muertes por homicidio de mujeres respecto al total de muertes violentas fue de 5.6%, para 2009 creció este porcentaje a 11.4%, en 2010 aumentó a 19.4%, y en 2011 se registró el punto más alto siendo éste de 36.5% mientras que en 2012 bajó solo un poco a 29.1%, muy lejos todavía de los niveles que había en 2007. Del año 2007 al 2011 año en que se registró el porcentaje más alto de homicidios de mujeres respecto al total de muertes violentas, esta cifra aumentó en 551.7%.

Algunos datos adicionales del INEGI:

En 2012, del total de nacimientos registrados en México, el 19.4% fueron madres adolescentes las que dieron a luz, es decir, mujeres menores de 20 años de edad, en Nuevo León esta cifra fue del 17.6%.

En 2012, del total de nacimientos registrados en México, el 58.2% de las madres tiene apenas educación básica (primaria y secundaria o equivalentes). En Nuevo León está cifra es del 61.7%. En contraste, del total de nacimientos registrados en este mismo año, en el país el 78.8% de las madres no estaban económicamente activas al momento de dar a luz. Mientras que en Nuevo León fueron el 76.4% de madres que no estaban laborando.

Estas condiciones de edad temprana de embarazo, bajo nivel educativo y falta de empleo, ponen en una particular condición de vulnerabilidad a las mujeres que son madres y que carecen de varios de los elementos básicos para proporcionarle un futuro prometedor y de oportunidades a sus hijos e hijas.

Por todo ello, este 10 de mayo denunciamos la violencia de que son víctimas las madres de nuestro país, y particularmente de Nuevo León. Denunciamos la violencia social y familiar. Denunciamos las desapariciones, ejecuciones, la inseguridad, la corrupción, la violencia doméstica, denunciamos que el derecho de las mujeres, de las madres, a vivir libres de violencia está siendo totalmente vulnerado.

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