PRESENTAN INFORME DERECHO A LA VERDAD EN MÉXICO: ALCANCES Y LIMITACIONES EN CASOS DE GRAVES VIOLACIONES A DERECHOS HUMANOS

9 de febrero 2018

Ciudad de México

El día de hoy se presentó en Casa Lamm, Ciudad de México el informe Derecho a la verdad en México: Alcances y limitaciones en casos de graves violaciones a derechos humanos. El informe fue elaborado de forma conjunta por el Centro Prodh, CMDPDH, Universidad Iberoamericana,  Tlachininollan, Article 19, Fundar, CADHAC. Así mismo se contó con la presencia de Jacobo Dayán, de la Universidad Iberoamericana, y Michael Reed-Hurtado, de Georgetown University, quienes comentaron el informe.

En el informe se reflexiona desde casos particulares sobre el derecho a la verdad de acuerdo a la experiencia de las organizaciones, la Hna. Consuelo Morales, directora de CADHAC, habló sobre el capítulo “Las desapariciones forzadas en Nuevo León (2006-2012) y el derecho a la verdad” escrito por CADHAC, en donde se habla desde la experiencia del acompañamiento a familiares de personas desaparecidas.

Para ver la transmisión en vivo de la presentación da clic aquí

A continuación se pueden leer las palabras y reflexión de CADHAC:

Desde 2009 CADHAC ha venido acompañado integralmente a familiares que tienen un ser querido desaparecido. La Agrupación de Mujeres Organizadas por los Ejecutados, Secuestrados y Desaparecidos de Nuevo León (AMORES) se conforma de mas de 60 familias que se reúnen, desde entonces, cada semana y que juntas buscan  incansablemente a sus seres amados y luchan por la verdad y justicia. Es así, desde la experiencia de 9 años del acompañamiento legal, social, organizativo, y psicológico que CADHAC reflexionó junto con ellas para  tratar de entender lo que significa la verdad.

En el caso de las desapariciones, por la propia naturaleza de la violación a derechos humanos, la verdad queda desdibujada, pues es un intento de eliminar y borrar la existencia y memoria de una persona; por ejemplo, en Nuevo León se hizo de una manera atroz, en donde se buscó deshacer, desintegrar literalmente, al ser humano. No obstante la verdad tiene un componente en sí misma, la verdad es.  

Una desaparición es real, aún y cuando no se sepa la forma en que les llevaron, ni las circunstancias que hicieron posible este evento. De forma que la desaparición de una  persona se convierte en un hecho fehaciente y la verdad se constata de forma permanente ante la ausencia de la persona desaparecida. No obstante, acceder a  la verdad del cómo, cuándo, dónde y qué pasó a cada una de las personas desaparecidas, es en sí el verdadero reto, para acceder al derecho a la verdad.  

Y es aquí donde desde AMORES y CADHAC hemos reflexionado sobre algunos componentes, que juntos pueden llegar a construir este camino para conocer o al menos acercarnos a la verdad. Es importante resaltar que no siempre se podrá contar con todos los elementos, y que inclusive en algunos casos, para alguna de las partes involucradas, tener acceso a uno o unos cuantos, será suficiente para satisfacer su derecho a la verdad.

Veamos los componentes mencionados:

1ero. Reconocer a las víctimas y su verdad: En la medida que de manera colectiva-familiares, sociedad civil, iglesias, autoridades- no solo se solidaricen con la causa de las desapariciones, sino que además escuchen, crean y acompañen a estas familias, se satisface un primer nivel del acceso a la verdad que consiste en reconocer la problemática a nivel de toda la sociedad, sea local,  nacional ó internacional.

2ndo. Saber dónde están: este es el principal elemento para las familias, la entrega en vida o muerte, de su familiar. Responder a este pregunta es el centro de la demanda de la verdad en el caso de una desaparición y muchas veces, este único elemento satisface el acceso a la verdad por parte de las familias, porque termina con la angustia diaria al saber dónde están.

3ero. Saber qué sucedió:  si bien, conocer el paradero de la persona es lo más importante para las familias, desde la sociedad civil no podemos aceptar únicamente la presentación del familiar desaparecido. Es necesario un ejercicio de rendición de cuentas por parte de la autoridad en donde se esclarezca, idealmente de forma individual, esta laguna, este vacío de información de la desaparición de la persona.  Pero si bien, esto no puede lograr en todos los casos, es necesario que se haga de manera colectiva y contextual en donde se de respuesta al por qué de las desapariciones. Aunado a esto, el cuarto componente.

Reconocimiento por parte del Estado: las desapariciones son un tema de interés público, son heridas que se abren de forma colectiva y que necesitan ser sanadas. las familias,  merecen no solo respuestas, sino un reconocimiento público por parte de autoridades de alto nivel moral y jerarquía gubernamental, en donde se nombre y les  reconozca a ellas y a las víctimas. Donde reconozca que incumplió su deber de garantizar seguridad. Este acto tiene gran relevancia, pues no solo visibiliza la problemática, sino que también reivindica y empodera a las familias, quienes en la inmensa mayoría de las veces son marginadas, criminalizadas y juzgadas por su comunidad. Este ejercicio se suma a la rendición de cuentas, pues lamentablemente, en muchas ocasiones, las condiciones no han permitido dar con el paradero de la persona o conocer qué sucedió. Al mismo tiempo, el reconocimiento público por parte del Estado, es un primer paso para garantizar medidas de no repetición y reparación de daño.

5º. Además de estos elementos, creemos que es indispensable que se tenga acceso a la justicia penal. Esta se convierte en un instrumento y plataforma para que las familias puedan acceder a su derecho a la verdad, mientras que para la autoridad es una obligación proporcionarla.

Tras 7 años de la revisión conjunta de expedientes entre AMORES, CADHAC y la Procuraduría de Justicia de NL, hemos aprendido que el acceso a la verdad se construye de forma conjunta. Entre más actores participen, más se puede conocer y desentrañar esta verdad, es un paso indispensable, pero muy difícil, pues requiere generar confianza entre ciudadanía y autoridades (voluntad política). La verdad nos lleva a tocar todo lo que no se ha tocado, a romper la impunidad, esto implica llevar a servidores públicos involucrados frente a la justicia.

Ahora, me permito ejemplificar esto con el caso de AMORES, particularmente el caso de Luzma, quien desde 2011 busca a su hijo Israel, desaparecido por agentes municipales cuando tenía 17 años, en presencia de su hermano. Luzma se dio de inmediato a su búsqueda, pero las autoridades le negaron el paradero. Debido a la investigación se supo que los agentes entregaron a Israel a miembros del crimen organizado.  

Este caso se tiene en el ámbito judicial a 3 policías sentenciados, se cuenta con la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y una disculpa pública del alcalde de la localidad, pero no se ha localizado su paradero ni el de sus 3 compañeros… para Luzma su derecho a la verdad sigue sin ser satisfecho, ella continúa la búsqueda de su hijo.

La lucha de estas mujeres, ejemplifica la necesidad de tener acceso a la verdad, pues ellas no descansarán hasta tener respuestas. La justicia, verdad y el amor de estas madres por sus hijos son el motor que debe impulsarnos a exigir y garantizar, junto a ellas, que se cumpla este derecho.

En México nos faltan más de 30 mil personas, son más de 30 mil verdades e historias que necesitamos conocer, pues reflejan una realidad terrible y cruel, cuyas repercusiones se agravan día a día. El derecho a la verdad en el caso de las desapariciones es entonces esencial para subsanar la ausencia y el dolor, es con éste que se garantizan otros derechos, como la reparación, medidas de no repetición, y el reconocimiento de la vida y dignidad de la personas desaparecidas… ya que sin verdad y sin memoria no hay justicia, y sin justicia no hay paz.

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